“Recuerdo que estaba atravesando un momento de lo más doloroso en mi vida: partía físicamente mi amigo Gustavo Cerati. Él me había bendecido con la producción de mi disco “Mar”, además de estar presente en diferentes momentos de mi carrera. No sólo me invadía una profunda tristeza, sentía que un padrinazgo como el de Gustavo no volvería a repetirse. Pero fue justo entonces cuando llegó otra bendición. El maestro Litto Nebbia me convocó con toda su generosidad para grabar este disco…» Leo García