Gerardo Núñez ( Salta, Pcia. de Salta 04/06/1934)
Pepe Núñez (Salta, Pcia. de Salta 12/11/1937 – San Miguel de Tucumán, Pcia. de Tucumán 31/05/1999)
Cantamos desde siempre, desde que nuestros padres nos pusieran en la vida, al final de diez hermanos. Enorme siembra de amor, es ese hogar grande u sin puertas, en las faldas del cerro San Bernardo, Allá en nuestra Salta de la infancia y la adolescencia.
Si diez fuimos en Salta y tuvimos la suerte de ser nosotros, los dos últimos, quienes abrazan el Canto Popular.
Adolescentes, con el canto a flor de vida, inauguramos noches, desvelos, asombro y palabras; interminables y trascendentales guitarreadas con hermanos del canto como Ariel Petrocelli; la admiración por un hermoso creador del canto latinoamericano: el colombiano Marfil; vivir y sentir como de uno la poesía musical mayúscula de José Martí, Nicolás Guillén, el canto popular de bola de nieve, el trío Matamoro, Agustín Lara, ¿Porqué el Caribe en el comienzo de nuestro canto?…Luego Tucumán…Sentirnos cobijados aquí por su última bohemia: Alfredo Grillo, Adolfo y Hugo Carmona y sus hermanas, Miguelito Ruiz, Hugo Díaz, el querido Ciego Pancho…De ésta fraternal bohemia y del lugar donde solíamos encontrarnos, nace nuestra primera composición, «Chacarera del 55»: Volcamos en ella toda la potencia que venía con nosotros desde Salta y la vivencia de aquellos momentos nuestros. Allá por 1958, el bar o boliche o fonda como se los llamaba en aquellas épocas a éstos negocios, era, como decía Hugo Díaz, un boliche de «hacha y tiza» reducto nocturno, terminal obligada de la noche después del cabaret y otros lugares cercanos a la Estación del Ferrocarril Central Argentino, a la vera de la Plaza Alberdi. En el «55», nos encontrábamos guitarreros, cantores, músicos, poetas, camioneros, cocheros, niñas de la noche, croupiers, políticos, estudiantes y profesores,…un mundo donde se decía de todo, sin decir nada. Recuerdo a los mozos, el Chacho Díaz y Maldonado (lo mencionamos en la chacarera) a eso de las 3 de la mañana haciendo la «vaquita», para conseguir fondos y así poder continuar con la «tomación», y desafiar al lucero del alba.
A partir de «La chacarera del 55» comenzamos a componer y (2) llegan «Tristeza», «El Cumpita», «Arana», «Aguita Demorada», y tantos más.
Por el 62´ nos juntamos de nuevo en Tucumán con Ariel Petrocelli y nace la obra tan querida por nosotros, porque nos toca hondo: «Zafra», un homenaje a nuestros hermanos zafreros. Tratamos de desmitificar aquello del «dulce trabajo del zafrero» o «quiero que tengas un chango para yapar mi jornal»…
¡Que padre quiere que su hijo sea el heredero de su sufrimiento! Consideramos (y nuestra obra así lo demuestra) que somos cantores de la vida, militantes incalculables de valores estéticos y sociales que nos comprometen con nuestro pueblo.
Ya estábamos en nuestro oficio, querido oficio que nos taladra el alma de goce, de angustias, de sueños, ya sabíamos cual era nuestro camino. Sabíamos que la cultura nace en el corazón mismo del Pueblo, en sus vivencias, en su hacer diario y su lenguaje cotidiano. De él surgía nuestro aporte, y eran nuestros puntos de referencia los grandes creadores del Canto Popular, no sólo de Argentina sino de toda América. La forma de expresión que elegimos se convirtió en un goce, y en una lucha diaria.
En nuestros temas el hombre es necesariamente el centro del paisaje poético musical. Es el amor en la lucha cotidiana. Es la esperanza, y el dar la mano. Es la alegría y el darnos aliento.
Y compusimos quizás un centenar de temas…además la obras integrales como «Zafra», «Cuatro canciones para no sentir frío», «Desde la mesa de un bar». No tuvimos como intérpretes una difusión masiva, pero nuestros temas fueron grabados y cantados por muchísimos artistas, muchos de ellos de primera línea, como Mercedes Sosa, que los difunde por todo el mundo.
Como obreros de nuestro oficio, sabemos que ya otros cimentaron nuestra cultura popular. Nosotros debemos cuidarla y hacerla crecer, no importa si la tarea es lenta y silenciosa, con tal que sea segura y auténtica. Nuestro público así lo entiende, y sabemos que nuestro canto está en el grueso del Pueblo que lucha y espera.
Además de componer juntos nuestros temas, también lo hacemos individualmente, o con otros poetas o músicos. Poetas como Ariel Petrocelli, Hugo Acevedo, Walter Adet, Miguel A. Pérez, Enrique Espinoza, Teuco Castilla, Arturo Álvarez Sosa; músicos como Alfredo Grillo, Lalo Aibar, Víctor Gentilini, Miguelito Ruiz, Rolando Valladares.
(3) Hemos ofrecido espectáculos junto a artistas plásticos de Tucumán y Salta, experiencias que resultaron muy positivas porque aclaran, definen y suman aportes al patrimonio de nuestra Cultura Popular, se llamó «Juntos» y estaban con nosotros los plásticos: Neri Cambronero, Aurelio Salas y Gerardo Ramos Husmeas, Artistas Plásticos de renombre nacional.
También arrimamos nuestro canto a los artistas del teatro; trabajamos junto a nuestra querida Rosita Avila, Oscar Quiroga, Rodolfo Andrada. Con un espectáculo que se llamó «La Salamanca Grande», nos presentamos en el Centro Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, en La Recoleta, dirigidos por L. Gentilini.
En 1987, La Dirección Nacional de música auspicia nuestra presentación en el Teatro Nacional Cervantes, y el lanzamiento de un disco junto a Miguelito Ruiz: «A cantar corazón».
En Tucumán, La Casa Histórica en el escenario que compartimos en exclusividad con el pianista Miguel A. Estrella.
El Gobierno de Salta nos declara Ciudadanos Destacados con Mérito Artísticos en el año 1999, en Sesión del Consejo Deliberante. Son algunos de nuestros recuerdos…
Gerardo Nuñez
Gerardo Nuñez ha co-producido para Melopea el album doble Los Hermanos Nuñez, que narra musicalmente la trayectoria del dúo.
Luego Melopea ha publicado el trabajo compositivo de su nueva agrupación, Trealilo, junto a Ariel Alberto y Café Valdez.
Últimamente se produjo en Melopea “Las Lunas que Debía”, libro y CD que Homenajea la Poesía de Salta de los años 60´.